El sol apenas había salido cuando la gaviota Jonathan extendió sus alas y se elevó en el aire. Su destino esa mañana: un pequeño pueblo en el corazón de Rumania. Allí había aterrizado varias veces para hacer compañía a los niños en una antigua casa parroquial. Muchos de ellos tenían poco: poca comida, pocos recursos, pocas perspectivas de un futuro sin preocupaciones. Sin embargo, siempre encontraba ojos brillantes y corazones cálidos allí.

Hoy algo era diferente. Desde lejos, Jonathan sintió un ambiente especial en el aire. La gente parecía decidida y reunida. «¿De qué se trata?» se preguntó y descendió hasta que estuvo volando directamente sobre el edificio de la escuela. En el patio, vio a voluntarios riendo juntos, sosteniendo carteles y hablando animadamente. Una gran palabra se destacaba en uno de los carteles: «Justicia».
Jonathan recordó: Hoy era el Día Mundial de la Justicia Social. Un día en el que muchas personas en todo el mundo llaman la atención sobre el hecho de que no todos tienen las mismas oportunidades. Jonathan aterrizó suavemente, caminó hacia el patio y escuchó una voz cálida: «Queremos que todos los niños aquí tengan una oportunidad justa, por eso nos hemos reunido».
Recordó cómo había aprendido a volar más allá de las fronteras para experimentar la libertad. Ahora veía que para estas personas también se trataba de derribar fronteras: la pobreza, los prejuicios, la falta de educación. Habían comprendido que la verdadera justicia crece cuando asumimos responsabilidad el uno por el otro.
Un ayudante se inclinó hacia Jonathan, como si la hubiera estado esperando. «No somos muchos», dijo sonriendo, «pero lo que tenemos, lo compartimos. Así, los niños aquí reciben educación y una comida, algo que para muchos es todo menos evidente». Jonathan inclinó la cabeza y pensó en las gaviotas que una vez dudaron en aprender algo nuevo. Si en aquel entonces solo un pájaro tenía el coraje de romper las fronteras, ¿cuánto más podría lograr un grupo entero que cree en la solidaridad y la cohesión?
Con este pensamiento, Jonathan extendió sus alas. Al despegar, lanzó un fuerte grito sobre el patio, como si quisiera decir: «¡La justicia social comienza cuando nos comprometemos el uno con el otro!» Alto en el claro aire de la mañana, sintió una profunda satisfacción. Había comprendido que cada uno de nosotros puede ser parte de este cambio, por pequeño que se sienta.
Mientras continuaba su camino, llevaba en su corazón la realización: Cuando las personas se unen, el mundo se vuelve un poco más justo. Y con cada palabra amable, con cada pedazo de pan, con cada mano que ayuda, crece esta justicia, al igual que las alas de Jonathan, que ganan más amplitud con cada vuelo.
Día Mundial de la Justicia Social
El Día Mundial de la Justicia Social fue establecido por las Naciones Unidas y se celebra cada año el 20 de febrero. Su objetivo es aumentar la conciencia de la justicia social como un elemento esencial para una convivencia pacífica y próspera. El foco está en temas como la pobreza, la exclusión, el desempleo, los derechos humanos y la igualdad de género.El día fue acordado durante la Asamblea General de la ONU en 2007 y se celebró por primera vez en 2009. El objetivo es sensibilizar a los gobiernos, organizaciones y al público en general sobre las desigualdades sociales y llamar a acciones conjuntas. El foco está en la idea de que las sociedades socialmente justas e inclusivas son esenciales para un desarrollo sostenible.
Wenn ihr mehr wissen möchtet, kontaktiert uns gerne unter:
kontakt@jonathan-ev.de
So könnt ihr helfen:
1. Liked und teilt diesen Beitrag
2. Lasst uns eure Meinung in den Kommentaren wissen
3. Spende per Paypal oder per Banküberweisung:
* Jonathan e.V.
* BIC: DENODED1DKD
* IBAN: DE38 3506 0190 1626 7700 25
* Verwendunszweck: Schulprojekt
4. Für „Ein Dach für die Kinder in Dacia“
spendet hier: betterplace.org/p114993